¿Cómo ha evolucionado el diseño gráfico?

¿Cómo era el diseño gráfico antes de la aparición de los ordenadores?

El diseño gráfico y la creación de contenido creativo fue durante muchos años un proceso artesanal.

Se que te resulta difícil de creer e incluso de imaginar, por eso vamos a dar un repaso a la historia más reciente de nuestra profesión.

En la realización técnica de un diseño gráfico el profesional disponía de todo un arsenal de herramientas para garantizar la limpieza y efectividad de un trabajo brillante.

Bisturíes y medios adhesivos para el montaje de las artes finales, láminas adhesivas con tramas mecánicas para crear efectos de medias tintas en diseños monocromos, pinceles de los más variados tamaños y formas, incluso los más avezados contaban con una herramienta que ofrecía resultados tan versátiles como increíbles, el aerógrafo.

El aerógrafo es un pequeño tubo metálico en forma de pluma estilográfica que expulsaba aire a presión por una tobera.

Este mecanismo pulverizaba la pintura cargada en un depósito y mediante el uso de máscaras y plantillas se conseguían efectos asombrosos.

Aunque el trabajo con esta herramienta resultaba extremadamente tedioso los rótulos y diseños que se conseguían resultaban, cuando menos, llamativos puesto que anteriormente ni siquiera los ilustradores más realistas y virtuosos consiguieron resultados similares.

Con aerógrafos o sin ellos, los diseñadores trabajaban en realidad como meros ejecutivos gráficos que proyectaban mediante un duro y metódico trabajo las ideas de los publicitarios o, en ocasiones, las propias.

La realización de un diseño una vez que se contaba con la idea previa y los borradores habían sido aceptados, conllevaba una paciencia y una pulcritud extremas puesto que las artes finales debían resultar impecables para el fotocomponedor.

La revolución Letraset.

La compañía Letraset fue fundada en Londres en 1959 con el objetivo de introducir medios innovadores para los diseñadores gráficos.

Es en 1960 cuando también aparecen las hojas de Letraset, método de transferencia en seco y que se convirtió en una verdadera revolución en el ámbito del diseño gráfico.

Letraset transfer

Aunque el sistema nos puede parecer ahora rudimentario, en aquel momento era una innovación que cualquier persona, sin una especial destreza artística, pudiese transferir de la hoja Letraset a cualquier soporte tanto letras como otros elementos gráficos de una forma fácil y limpia, por lo que se convirtió en una herramienta esencial para diseñadores y publicistas.

Las hojas de Letraset estaban disponibles con las letras en una amplia gama de tipos de letra, estilos, tamaños, símbolos u otros elementos gráficos que se fueron añadiendo.

Letraet desarrolló su biblioteca de tipos con modelos existentes y con nuevos diseños como el Countdown de Colin Brignall o el Baby Teeth de Milton Glaser, que utilizaría en el famoso cartel de Bob Dyland -1967- y basada en una señal pintada a mano que vio el diseñador en un viaje a México.

En la década de 1970 la gama de tipos de letra Letragraphica, que recogía tipos innovadores diseñados por los mejores diseñadores del mundo, se continuó en la década de los 80 con la introducción de Letragraphica Premier.

En 1987 adquiere International Typeface Corporation ITC que había producido una de las gamas de alfabetos tipográficos de más éxito desde que fuera fundada en 1970 en Nueva York y una de las primeras fundiciones que no tenía un pasado en la creación de tipos de metal.

Actualmente ITC es propiedad de Monotype Imaging.

Pero cuando llega la década de 1990 se produjo un descenso en las ventas de estos materiales por lo que Letraset comenzó a ofrecer productos dirigidos al diseño digital con biblioteca de imágenes y más de 300 tipos de letras PostScript, tanto de las colecciones de las transferencias Letraset como algunas nuevas.

Letraset comenzó también la liberación de muchas tipografías que habían pertenecido exclusivamente a su catálogo, por lo que fuentes de diseñadores como Alan Meeks, Martin Espere, Donaldson Tim y David Quay fueron puestas en libertad, y muchas se pueden encontrar en tiendas online como FontShop.

Algunas fuentes mantienen “Letraset” en su título, mientras que otras han cambiado de nombre por el de sus nuevos proveedores.

Aunque actualmente la compañía anima a todo el que quiera a que presente nuevos diseños tipográficos, la línea de Letraset de patrones de impresión y las texturas son actualmente de uso más habituales que sus letras.

La tecnología informática.

Hablábamos anteriormente de la importancia determinante de la Revolución Industrial en el origen del Diseño Gráfico.

Es posible que la historia del diseño gráfico se haya forjado a base de revoluciones.

Lo cierto es que en los años 70 la tecnología comenzó a deslumbrar a todos con generaciones de engendros electrónicos que desde entonces no han dejado de sucederse en intervalos que descienden en progresión geométrica.

Las computadoras, en un principio robustas y enormes, lentas y limitadas, fueron tomando papeles relevantes entre los medios de producción de muchos sectores profesionales.

Las editoriales y las redacciones de muchos periódicos comenzaron a invertir en estos equipos desde principios de los 80.

Rápidamente los sufridos componedores de las imprentas, al grito de “renovarse o morir”, comenzaron a convertirse en maquetadores e infógrafos y los plazos de producción se acortaron de modo alarmante.

Hace tan solo 50 años la plantilla de una imprenta podía ser tan numerosa como la que forma la cadena de producción de una fábrica de coches. Un taller de artes gráficas puede contar con 20 personas y triplicar las tiradas de entonces.

Infografía Steve Jobs

Aplicaciones como Pagemaker, entonces publicada por Aldus, eran adquiridas en medio mundo para la autoedición de publicaciones.

El “gigante azul”, la empresa IBM systems absorbía el mercado ofimático mientras desarrollaba cada vez equipos más rápidos y potentes hasta que la manzana multicolor entró al trapo produciendo un tipo de máquinas con mejores prestaciones para la producción gráfica.

Los ordenadores Macintosh de Apple se convirtieron así en el estándar del diseño gráfico y las productoras de software como Adobe entraron en el juego incorporando maravillas como la tecnología PDF o ingenios tan asombrosos como Photoshop 1.0.

Desde este momento, los pinceles y las temperas fueron amablemente devueltos a sus genuinos propietarios, los pintores, y el diseñador gráfico, maravillado ante las nuevas posibilidades que se mostraban, mordió la “manzana” sin pensarlo dos veces.

Desde entonces, muchas cosas han cambiado. El abanico de herramientas software para su aplicación al diseño gráfico es enorme.

Los programas se actualizan anualmente incorporando nuevas funciones que nunca dejan de sorprender y “las autopistas de la información”, como llaman eufemísticamente a ese monstruo de innumerables cabezas que es Internet, han generado una demanda de tal volumen que el diseño gráfico ha tenido que desglosarse en otro campo especializado: La comunicación multimedia y web.

Adobe Creative Cloud

Actualmente cualquier persona puede hacerse con el equipamiento técnico adecuado para la realización de mensajes visuales.

Las herramientas son relativamente baratas y los resultados se obtienen en tiempo real.

Desde entornos PC, Mac, Unix… el potencial gráfico es tan fuerte que muchas personas, sin pensárselo dos veces, han pretendido engrosar el gremio del Diseño Gráfico sin más recursos que sus flamantes inversiones digitales.

El desarrollo de los productos y servicios ha crecido espectacularmente, lo que les obliga a competir entre sí para ocupar un sitio en el mercado.

Es en este momento cuando surge la publicidad, y con ella la evolución del diseño gráfico como forma estratégica de comunicar, atraer y ganar la batalla frente a los competidores.

El cómo se transmite una determinada información es un elemento significativo trascendental para lograr persuadir, convencer, e incluso manipular a gran parte de la sociedad.

Think Different

El culto hacia los medios de comunicación visual utilizados en la antigüedad (como mosaicos, pinturas, lienzos…) ha permitido sobrevivir a muchos de ellos a la función temporal para la que fueron creados.

Para estos objetos el medio ha acabado por convertirse en obra de arte, es decir, en el auténtico y definitivo mensaje.

No obstante, aunque los métodos de producción han variado enormemente, muchos de los fundamentos básicos del Diseño Gráfico siguen siendo los mismos que hace medio siglo, aunque adaptados al entorno y medio actual.

Sin dejarse influir demasiado por las modas, el objeto del diseño gráfico es comunicar de modo claro, conciso y persuasivo un mensaje gráfico.

Y los ordenadores aun no saben utilizar la gramática y la sintaxis de este lenguaje de imágenes.

Ni siquiera los dotados por eso que llaman “inteligencia artificial”.

El problema es que estas máquinas no solo no aportan el conocimiento del lenguaje gráfico, sino que tienden a deslumbrarnos demasiado con sus fuegos de artificio llevando al usuario desprovisto de conocimientos fundamentales sobre diseño por derroteros efectistas que desvirtúan sus trabajos de los factores más importantes que deberían reunir.